La publicación de Both Directions at Once: The Lost Tapes de John Coltrane va a ser uno de los hitos del año en el microcosmos del jazz. Cinismos aparte, el canon tiene su razón de ser, y una música inédita del cuarteto de Coltrane, grabada en 1963, interesa a priori, sí o sí (yo llevo unos días con el disco doble en modo repetición y no me he cansado aún). Pero hablemos de cómo nos lo cuentan.
No es infrecuente en los comentarios sobre discos o artistas de jazz se salgan por la tangente y sustituyan la opinión crítica sobre la música en cuestión, por un juicio de las correspondientes campañas publicitarias. En lugar de explicar si la música en sí merece la pena, analizar si el bullicio está justificado.
En los tiempos que corren, el acceso a cualquier música grabada es prácticamente gratis e instantáneo. El cambio de paradigma en los últimos veinte años ha sido radical y, aunque algunas discográficas parecen ancladas en el pasado a la hora de vendernos cosas, esa impresión es engañosa. Ejemplo: Universal ha publicado Both Directions... en CD, en vinilo y en digital (descarga o streaming), pero esto es la excepción más que la norma. En tiempos recientes esa misma compañía ha reeditado material sólo en vinilo y digital (Blues in Chicago 1955, Lester Young: Carnegie Blues, ambos directos de JATP), en CD y digital (las colecciones completas de Louis Armstrong en Verve, solo y con Ella Fitzgerald, Pops Is Tops y Cheek to Cheek respectivamente), o solo en digital (los "singles" de Louis Armstrong para Decca 1935-1946 y 1949-1958 y sus grabaciones completas para Mercury). Y la tendencia general —ojalá que no— apunta a la sustitución completa de lo físico por el streaming.
Así pues, el cinismo respecto de la avaricia de las discográficas no parece buena idea como postura a priori y por defecto. En el caso de un material inédito, en estudio, de Coltrane en plena forma, que sale en formato físico, ese cinismo suena más a postureo.
Volviendo al disco en cuestión, Both Directions... efectivamente viene de unas cintas inéditas hasta hace unas semanas. A menos que se me haya escapado algo, por lo que he leído en español, daría la impresión de que las cintas han aparecido recientemente y que su origen no está del todo claro (carnaza para los cínicos). No obstante, la existencia de las cintas, su origen y contenido detallado (títulos, tomas, duraciones, conversaciones en el estudio...) se conoce desde hace algún tiempo.
Desde 2005.
John Coltrane y Rudy Van Gelder, a principios de los sesenta |
El resumen es que las cintas proceden de parte de la familia de Coltrane (los hijos de Naima), quienes fueron a subastar algunas posesiones del saxofonista a finales de 2004. Universal se enteró de que los lotes incluían cintas magnetofónicas, amenazó con denunciar y las cintas se retiraron de la subasta. Por suerte, antes se habían hecho copias digitales y se hizo un peritaje, encargado, por más suerte, a Barry Kernfeld, editor del New Grove Dictionary of Jazz.
¿Qué más hay en esas cintas? Un poco de todo. Que ya se haya publicado desde entonces, el disco que nos ocupa y lo nuevo (poco, más carnaza para los cínicos) incluido en 2015 en la edición "Complete Masters" de A Love Supreme (hay sendas versiones vinilo y en CD, doble y triple). Aparte, las cintas incluyen más versiones de "Impressions", de "Tunji", seis tomas de "All the Things You Are" y una de "Body and Soul" de casi diez minutos, tan extraordinaria que a Kernfeld le costaba entender por qué no se había publicado (sigue inédita).
Bueno, todo eso, más lo del disco con Johnny Hartman. De ese álbum mítico, que ya de paso se ha llevado algún palo difícilmente justificable en los comentarios sobre Both Directions..., las cintas contienen las tomas originales con mucho mejor sonido (larga historia) y lo que se había dado definitivamente por perdido desde hacía tiempo, tomas alternativas de todo, más una versión instrumental de "Afro Blue" (que Kernfeld describe como "not great", mientras que las tomas alternativas con Hartman le parecen "sensational").
Para anglolectores, el informe completo de Kernfeld, publicado como artículo en 2005, insisto, está disponible aquí. Lewis Porter, eminente coltraneólogo, se marca este extenso análisis de Both Directions... aquí, donde también explica la tortuosa historia de los archivos de Impulse!.
Personalmente, a mí todo esto me parece muy buena noticia, aunque también crea que Both Directions... puede servir como sondeo de mercado para una posible edición "de luxe" del disco con Johnny Hartman.
Entonces, ¿Both Directions... merece la pena? Yo creo que sí, mucho, pero ya que el CD1 está entero en YouTube, ustedes verán.
Un botón:
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"Slow Blues"
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