18/12/2015

Fin de año (y fiesta donde los Gibson)

Han pasado ya siete meses desde mi última entrada, demasiado tiempo incluso para un blog, o "proyecto vanidoso", como dicen los anglos. De momento, lo único que puedo asegurar son las tres o cuatro entradas que debo desde hace meses (los acreedores saben quiénes son), y a partir de ahí, veremos. Por no dejar el discurso nebuloso, y aunque parezca una contradicción, el año que viene empezaré un nuevo blog, dedicado exclusivamente a la investigación, en buena parte inédita. Estoy bastante seguro de que los habituales de estas páginas la disfrutarán. Se anunciará su lanzamiento a su debido tiempo.

Como llega fin de año, vayan para los lectores mis mejores deseos para estas fiestas —celebren lo que celebren— y no olviden que forman parte de la élite de este planeta, viviendo bajo techo, con acceso a internet y la capacidad de leer. Aparte, por supuesto, de un gusto musical exquisito.

Fin del discurso.

Clark Terry y Ruby Braff

17/05/2015

El Rey ha muerto; larga vida al blues

BB King por Naiel Ibarrola

BB King ha muerto y da la sensación de que hemos llegado al fin de una era. Hay músicos que parecen haber estado siempre "ahí". En el caso de King, ya estaba tocando cuando mi padre era un bebé; cuando se publicó su primer éxito "Three O'Clock Blues", Elvis tenía 16 años. Además, es el último bluesman conocido en todo el mundo que salió de los algodonales de Mississippi, donde nació en 1925. Y también es, con total seguridad, el último líder de orquesta que anduvo el largo camino desde el legendario "chitlin' circuit", el circuito de teatros y clubes donde tocaban los músicos afroamericanos, a los auditorios más selectos del planeta.

Es el fin de una era.

04/05/2015

Un par de libros y vientos de cambio

Para ser uno de los idiomas más hablados del mundo, el español cuenta con una bibliografía sobre jazz que da pena verla. Si descontamos las traducciones del material foráneo, la cosa se queda en nada.

Por eso estamos de enhorabuena. En primer lugar, Sergio A. Pujol —en España les puede sonar por haber sido corresponsal de Cuadernos de Jazz en Argentina— acaba de sacar Oscar Alemán—La guitarra embrujada (Planeta, Buenos Aires), su biografía del gran Oscar (sin tilde, se dice /osCAR/) Alemán, que, a falta de más datos, promete. Aparte de las capacidades del autor, la figura de Alemán (1909-1980) es fundamental para entender la permeabilidad de la propia música en general y lo pronto que viajó el jazz por el mundo, principalmente como música de baile (hablamos de cuando los discos indicaban el título del tema y el paso de baile correspondiente, como el "fox trot").

Aquí puede escucharse música de toda la carrera de este virtuoso de la guitarra.

El fragmento que publica aquí Página 12 es un buen aperitivo de lo que puede ser el libro.

La ficha técnica del libro puede verse aquí.

Hace algún tiempo escribí esto sobre lo mucho y pronto que ha viajado el jazz.

30/04/2015

Repertorio de hard bop — una sugerencia

(Dedicado a Ira Gitler.)

La posición central del hard bop en lo que hoy se considera el tronco principal del jazz es un fenómeno llamativo: resulta paradójico que un estilo tan presente, la lingua franca, por el inmenso legado discográfico y por lo mucho que se sigue practicando, especialmente en las escuelas de música, tenga tan poca literatura. Por la razón que sea, hay muy pocas biografías de músicos representativos del género y algunas no pasan de ser guías de escucha. Tampoco hay un tratado definitivo sobre el estilo (los tomos de Rosenthal y Mathieson no bastan), algo que, dada la relevancia del legado afro-americano que conlleva, más que en cualquier otra rama del jazz, deberían considerar uno o varios autores.

Volviendo a la cantidad de gente que sigue practicando este género sobre el escenario, entre los cuales hay muchos estudiantes recién licenciados de sus escuelas de música, a pesar del cinismo de los aficionados veteranos que lo han visto todo y además en persona, a alguno de esos músicos le gustará esta música. Si a alguno de ellos le hace falta ampliar repertorio, ahí va una sugerencia: ¿por qué no explorar el cancionero de Hank Mobley?

Hank Mobley en la sesión de grabación de Soul Station,
domingo, 7 de febrero de 1960 (foto de Francis Wolff)

26/04/2015

Era argentino

Compartimos mesa unas cuantas veces. Hablamos. Nos escribimos. Me publicó más de una década. Pero apenas le conocía. Era argentino.

Por avatares de la vida terminó en España. Conoció a una mina, María Antonia. Congeniaron y se unieron en algo que duraría para siempre, en contrapunto, de la misma forma en que con Charlie Parker casaba mejor Miles Davis que Dizzy Gillespie. Ben Webster y Art Tatum. El contraste como elemento cohesivo.

En persona su presencia compensaba su calvicie perpetua con creces. Era argentino. Hablaba y te dejaba sumido en una nube incierta; mi conclusión es que si te liaba era, principalmente, sin querer. Puede que yo sea un blando.

Trabajó por cuenta ajena y en algún momento lo dejó. Si fue así, lo hizo para dedicarse en cuerpo y alma a su revista, Cuadernos de Jazz. Veinte años de papel casi mensual. Ninguna revista española de jazz ha durado tanto en los quioscos. Y en internet sigue.

Era argentino.

15/04/2015

Discos recomendados: una lista de... uno


Hoy estamos a mitad del mes de apreciación del jazz, una de esas cosas que tanto gustan en la costa de enfrente y que para algunos de nosotros no tiene demasiado sentido. Aun así, nunca sobra la publicidad para una forma de expresión musical que puede ser tan visceral como sofisticada, y ha atravesado barreras de clase, raza y nacionalidad. En la práctica, el evento de marras conlleva fiestas, fotos, morralla publicitaria, sonrisas blanquérrimas... y listas de discos. De estas ha habido, hay y habrá muchas y, por norma, tienden a ser convencionales y endebles en lo crítico: no están mal si uno se conforma con "esto está muy bien", pero no alcanzan si se necesita un "esto está muy bien porque...".

Aparte, hay que ser un poco iluso para recomendar más de, pongamos, cinco discos a quien no le haya hecho falta escuchar jazz nunca. Con todo lo que tenemos alrededor hoy en día, música de todo tipo, libros, películas, cine, televisión... tanto físicamente como a través de internet, una hora de atención exclusiva se ha convertido en un lujo.

Por eso, y porque cuanto mayor sea el cupo de discos a recomendar mayor será la tentación de caer en lo políticamente correcto (de todos los equívocos sobre el jazz, el de que sus aficionados somos gente sin prejuicios y de cierta altura intelectual es el más disparatado), aparte de ser una salida fácil para blandos, vamos a ver si conseguimos zafarnos del ruido de fondo y damos un disco, uno, (1), de jazz que debería tener todo el mundo.

No va a ser ni de Louis Armstrong, ni de Duke Ellington, ni de Charlie Parker, ni de Miles Davis, ni de John Coltrane. Los cinco son músicos extraordinarios, géneros musicales en sí mismos, pero no son representativos del jazz. No, no lo son. No dejen de echarles un tiento si tienen tiempo y ganas, pero tengan presente que el resto del "jazz", o "los jazz", casi nunca estará a esa altura; tengan siempre presente su excelencia y evitarán decepciones. Y aunque muchos no se atrevan a admitirlo, no serían los primeros en pensar que clásicos como Kind of Blue o Giant Steps son, respectivamente, demasiado lento y demasiado intenso (y lo de clásicos va en serio).

17/03/2015

Agur, Cifu

No gozaba de la mejor salud del mundo —como él mismo le contaba con todo lujo de detalles a quien tuviera delante—, y se cuidaba un poco menos de lo justo. Durante cuarenta y cuatro años, se dice pronto, estuvo poniéndole jazz al país, por la radio y por la tele. Por años y por horas de emisión durante ese tiempo, la cara y la voz de la difusión del jazz en España son las suyas.

Tenía un carácter fuerte y, si el jazz es un gran río, con afluentes y meandros, él prefería remar por la mitad del medio. Hay quien no estaba de acuerdo, pero que haga falta más jazz —otros jazz— en el aire, no desmerece un ápice la huella que deja. Para el registro civil, ése era Juan Claudio Cifuentes de Benito, nacido el 20 de abril de 1941 en París, y fallecido en Madrid la mañana del 17 de marzo de 2015.

El Cifu para los amigos.

Foto de Jaime Massieu, octubre de 2014

16/03/2015

Carmelo Bustos cumple 90

En el jazz chileno predominan dos instrumentos. Uno, como cabe esperar, es la guitarra, no sólo por su dominio en la música rock del siglo pasado, sino por su papel central en la música tradicional y de protesta del país (piénsese en Violeta Parra y Víctor Jara).

El otro es el saxo. De acuerdo que eso es típico del jazz, pero en Chile va más allá de la norma. Aparte de estrellas fugaces como el trágico Alfredo Espinoza (Valparaíso, 1942), las nuevas generaciones agotan los superlativos. Melissa Aldana ha acaparado titulares en los últimos tiempos, totalmente merecidos —y no sólo por ganar competiciones en EE UU—, pero el saxo chileno da para mucho más. Una de mis primeras impresiones del país fue ver y escuchar a Franz Mesko (Santiago, 1989), con apenas veinte años, tocar el tenor en una jam en el viejo Club de Jazz de Santiago. Aparte, o más bien antes, que la pura técnica, una característica destacada de estos músicos es su atención al lenguaje. Un caso extremo es este vídeo reciente de Agustín Moya (Santiago, 1981).



A mí no tienen por qué hacerme caso, pero nada menos que Loren Schoenberg, saxofonista y hiperexperto en Lester Young ha dado su plácet —le ha hecho la ola, vamos— a la interpretación de Moya, porque la clava. Y no se equivoquen, el respeto al lenguaje no quita para que Moya tenga tres discos a su nombre cargaditos de música original.

Más nombres a tener en cuenta con el invento de Adolphe Sax: Claudio Rubio (Santiago, 1976) seguidor consecuente de la escuela tristaniana, como demuestra aquí (y, además, un cómico brillante). Y, por abreviar, Andrés Pérez y Cristian Gallardo (ambos de Santiago, 1983), bien juntos como los vientos de Contracuarteto, o en sus proyectos por separado, de los cuales el que suscribe tiene debilidad por el primero, Sin Permiso.


Sirva esta larguísima introducción como redoble de presentación y aplauso a un hombre sin el cual no se explica esta riquísima tradición del saxo en Chile: Carmelo Bustos, que hoy cumple 90.

Carmelo Bustos (izquierda) y Marcos Aldana

02/03/2015

Steve Brown & Guillermo Bazzola

STEVE BROWN & GUILLERMO BAZZOLA
Una Pequeña Alegría
Brown Cats Productions (BC9508)

Guillermo Bazzola, Steve Brown (g).

Grabado el 8 de abril de 2013. Duración: 58:36

Una pequeña alegría es la última entrega de Steve Brown y Guillermo Bazzola, un dúo de pares inter pares (las notas no aclaran quién toca qué) e improbable por la separación de sus edades, irrelevante, y la geográfica: Brown vive en Ithaca (estado de Nueva York, EE UU), mientras que Bazzola vive en Madrid, España. Quizás por ese motivo se grabó a la antigua, en un día.

La larga tradición de los dúos de guitarras en el jazz no quita para que sea un formato complicado. Esta la similitud del sonido, aun con arreglos imaginativos, y el riesgo de caer en la pirotecnia típica de los guitarristas. En este caso, las primeras notas no resultan muy prometedoras: ambas guitarras suenan con timbres similares, el típico sonido limpio que se asocia al jazz, y el tema es una bossa nova, una trampa que lo mismo puede salir preciosa como anodina.

Aunque bonita y con cierto peso, como suele pasar en vivo, el "Caminhos Cruzados" (de Jobim) que abre el disco funciona pero no es representativa; la otra bossa, "Esencia" (del pianista gallego Alberto Conde) viene interpretada con más nervio. Es en el segundo tema, "Los Mareados", donde Brown y Bazzola se meten en harina. Este es un viejo tango, una aportación de Bazzola, argentino, y su melodía está interpretada con sensibilidad y elegancia. Es uno de los puntos álgidos del disco, junto con el otro tango de la sesión, "Nada", cuya hermosa melodía viene realzada por pequeños matices rítmicos, por la forma en que la guitarra acompañante cae levemente detrás del compás.

27/02/2015

Bailando a trompicones

El ritmo. Posiblemente el elemento musical más primitivo. Está siempre ahí, aunque uno quiera: basta con tomarse el pulso o sentir la propia respiración. Cualquiera puede sentirlo, aun cuando no puedan producirlo conscientemente. Es, además, el elemento dominante en piezas de música tan memorables como distintas entre sí, desde el principio de la Quinta Sinfonía de Beethoven, al "I'm Walkin'" de Fats Domino, la "música de palmadas" de Steve Reich,  o lo que hace Art Blakey a las órdenes de Thelonious Monk en la versión original de "Straight, No Chaser".

El ritmo también podría considerarse el rasgo unificador de un montón de música contemporánea (tanto es así que en Dinamarca tienen un conservatorio especializado al que llaman "Conservatorio de música rítmica"). En el jazz es un elemento tan importante que no sabría ni por dónde empezar.

No obstante, sí que hay un rasgo que suele aparecer de vez en cuando, el de tocar "en tres" sobre un ritmo de cuatro tiempos. ¿Suena complicado? Con escuchar lo que hace el trío de Brad Mehldau en el siguiente vídeo a partir de 0:25 se capta al instante

23/02/2015

Daniel Cano / Julian Lage

DANIEL CANO QUINTET
Don't Touch the Blue
(Blue Asteroid DCQ-012154)

Cano (tp, fiscorno, comp), Pedro Cortejosa (ss, st), Wilfried Wilde (g), Paco Charlín (b), Jesús Pazos (bat).

Grabado el 15 y 16 de febrero de 2014. Duración: 50:15

Con los parabienes de Chris Kase y Paolo Fresu, colegas de instrumento, Daniel Cano, residente en el Reino Unido, publica su visión personal del hard bop en el siglo XXI. Como compositor —ocho originales por un standard— se le ve cómodo a la sombra de Monk (como en "Don't Touch the Blue" y "Buenordías", en la que desliza una cita de la cadencia canónica de "West End Blues"). El equipo rítmico atina al dar el pulso muy ventilado —incluso en un tema como "Plutón", que brilla especialmente cuando Charlín mantiene el vamp original— lo que ayuda, junto con la ausencia de piano, al discurso reflexivo y sin prisas de ambos solistas. Lo único que quizás se eche en falta es un poco del fuego que muestra el grupo en "Canción carpiana", que cierra el disco, lo que probablemente ocurra en directo (tocan mañana, 24, en Sevilla).

El disco puede escucharse en Spotify

~ ~ ~

JULIAN LAGE
World's Fair
(Modern Lore Records)

Lage (guitarra acústica)

Grabado en marzo y junio de 2014. Duración: 38:02

No se dejen engañar por Julian Lage. Parecerá el tipo más dulce del mundo, modesto, pura calma californiana; su música, sencilla, sin esfuerzo, sin verdadero mérito. Nada más lejos. Lo más probable es que para el segundo cuatro (0:04) de este disco el oyente esté enganchado, y eso no se consigue siendo un peso pluma. Lage es, en realidad, una bestia de la guitarra, uno de los músicos más extraordinarios de hoy en día. El hecho de que lleva tocando toda la vida y que le encanta el instrumento le pone en una categoría que trasciende el puro virtuosismo, haciéndolo invisible, como inservibles serían las clasificaciones en estilos o géneros, aunque el "folk post-Internet" que acuña el anotador y también guitarrista Matt Munisteri no va desencaminado: aun con cierto sabor local, a pesar del instrumento acústico y las modas recientes esto no es —menos mal— un disco de "Americana". Con temas como "Peru" y "Japan", se trata más bien de la visión del mundo a través de los ojos de Lage. Su relato es muy evocador, tranquilo sin llegar a lo sombrío, a ratos enérgico y pletórico con momentos de un nivel guitarrístico escandaloso (su paleta tímbrica con la acústica es abrumadora). La única limitación aparente de Lage es su propia imaginación, y de momento parece lejos de agotarse.

Disponible en BandCamp, YouTube y Spotify
Website: www.julianlage.com

20/02/2015

Intensidad y pasarlo bien: los Lucky Chops

En nuestro eterno retorno particular, cada cierto tiempo resurge la inane conversación sobre cómo acercar el jazz a la gente o viceversa, cómo hacerlo más "popular", bla, bla, bla... Cuando ocurre, siempre me vienen a la cabeza un par de citas.

Hace años, el cantante, pianista y relator Ben Sidran le pidió a Art Blakey que describiese el jazz en una palabra, a lo que el maestro baterista respondió: 
"Intensidad. Intensidad. Intensidad. Incluso en las baladas."
Hacia primeros de los setenta del siglo pasado, el trombonista, pianista, compositor y arreglista Bob Brookmeyer, un tipo serio con muy poca paciencia para las bobadas, dijo esto, según salió impreso en la revista Downbeat:
"Sobre todo, se supone que tienes que pasarlo bien [con la música]. Si no, es que no te has enterado de nada, y eso no puede ser."
Bien, de acuerdo en que el vídeo que viene a continuación no es "jazz" (dejemos las discusiones banales para otro momento), pero aparte de ser un ejemplo grandioso de lo bien que se puede pasar tocando y escuchando música (y del valor social de esta arte — es evidente que el saxo barítono es un demente, y ahí lo tienen, sirviendo a la sociedad), creo que da una buena pista de lo que le hace buena falta a (alguna gente que toca) jazz.



(El mismo vídeo, en Facebook)

17/02/2015

Grandes bateristas en acción

Gracias al usuario de YouTube Rui Azul, que ha recopilado estos tres vídeos con cine y vídeo de 41 grandes bateristas. Se agradece poder ver a toda esta gente en movimiento (excepto Chick Webb, el único presentado en fotos) e incluso ponerles cara en algún caso.

¡Que lo disfruten!

Great Drummers: Part 1

Big Sid Catlett, Baby Dodds, Cozy Cole, Zutty Singleton, Paul Barbarin, Chick Webb (sólo fotos), Lionel Hampton, Jo Jones, ,Sonny Payne, Shadow Wilson, Sonny Greer, Denzil Best, Pete Laroca.




Great Drummers: Part 2

Gene Krupa, Buddy Rich, Louie Bellson, Shelly Manne, Stan Levey, Kenny Clarke, Panama Francis, Sam Woodyard, Mel Lewis, Max Roach, Louis Hayes, Albert "Tootie" Heath, Joe Morello, Art Blakey



Great Drummers: Part 3

Philly Joe Jones, Ed Thigpen, Frankie Dunlop, Connie Kay, Elvin Jones, Gus Johnson, Roy Haynes, Ben Riley, Dannie Richmond, Al Foster, Bernard Purdie, Jimmy Cobb, Chico Hamilton, Ed Shaughnessy



16/01/2015

Chicago, 1941: blues (pero sin Earl Hines)

Hace poco estaba ojeando un libro sobre una celebrada marca de discos de jazz, de reciente y primorosa publicación, y me encontré con esta foto:

Fuente: Shorpy.com
En el libro la imagen viene inclinada y recortada, y el pie de foto dice "Earl Hines at the mic during a gig in Chicago, April 1941", "Earl Hines al micrófono durante una actuación en Chicago, abril de 1941". Pero ese no es Hines. Ni de lejos.

Shorpy.com, donde he encontrado esta copia digital, indica lo siguiente en el pie de foto: «Abril de 1941. "Taberna en el South Side de Chicago, Illinois." Negativo en acetato de Russell Lee para la Farm Security Administration.» Curiosamente, en la sección de comentarios alguien deja caer que "parece que el del micro es el pianista y líder de orquesta Earl Hines". Vaya, vaya...

07/01/2015

Han asesinado a Cabu

Foto: Q. Houdas. Montaje: DDM M.C.

Ahora mismo no puedo decir nada de la masacre de hace unas horas en París, pero como jazzófilo sí quiero recordar a Cabu, cuyas ilustraciones de músicos les resultarán familiares a los lectores de estas páginas. Habría cumplido 75 años la semana que viene. Desde aquí nuestras más sentidas condolencias a familiares y amigos, y a todo el personal de Charlie Hebdo.

Estas son algunas muestras de su trabajo.