Marc Myers is doing a sterling job with his blog, JazzWax, in bringing forward "mainstream jazz" - for lack of a better term - and, especially, the people involved in the music. This post is about the three ways to fight Benny Goodman's antics, as told here by Loren Schoenberg, the "yes, sir" way, the desperate "I don't care anymore, I'm not taking any of this" way... and the supremely cool Hank Jones way.
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Marc Myers está haciendo una labor espectacular con su blog JazzWax dando visibilidad a músicos y personalidades del jazz que sin su escaparate seguirían pasando tristemente desapercibidos. (Tristemente para nosotros, se entiende).
En su última entrada, Myers entrevista a Loren Schoenberg, excelente saxofonista, empleado y colaborador de Benny Goodman en la última etapa de su vida y experto en swing y big bands. Y además escribe bien, como prueban sus anotaciones de la caja que dedicó Mosaic a las grabaciones de Woody Herman para Columbia entre 1945 y 1947 (Grammy en 2005 a las mejores anotaciones), y las recientes cajas de Chu Berry, Lionel Hampton, Lester Young y Benny Goodman.
En la entrevista Schoenberg hace referencia a la legendaria vertiente sociópata de la personalidad de Goodman, a cómo le gustaba dar por saco a sus músicos. Schoenberg explica que había tres formas de hacerle frente: la primera, bajar la vista y seguirle la corriente; la segunda, la de los músicos resabiados por experiencias previas, plantarse y adelantarse a los acontecimientos, a veces con beneficios económicos, como en el ejemplo que cuenta del batería Mel Lewis. De esta segunda opción hay cuantiosos ejemplos, con diversos grados de violencia verbal, exabruptos y acaloramientos. Y la tercera, es el método de Hank Jones, tan efectivo como el anterior, pero sin acaloramientos, ni malos gestos... sin ni siquiera articular palabra. En palabras del propio Schoenberg:
Puro Hank Jones... de quien hay que añadir que durante años fue el pianista preferido de Goodman.
En su última entrada, Myers entrevista a Loren Schoenberg, excelente saxofonista, empleado y colaborador de Benny Goodman en la última etapa de su vida y experto en swing y big bands. Y además escribe bien, como prueban sus anotaciones de la caja que dedicó Mosaic a las grabaciones de Woody Herman para Columbia entre 1945 y 1947 (Grammy en 2005 a las mejores anotaciones), y las recientes cajas de Chu Berry, Lionel Hampton, Lester Young y Benny Goodman.
En la entrevista Schoenberg hace referencia a la legendaria vertiente sociópata de la personalidad de Goodman, a cómo le gustaba dar por saco a sus músicos. Schoenberg explica que había tres formas de hacerle frente: la primera, bajar la vista y seguirle la corriente; la segunda, la de los músicos resabiados por experiencias previas, plantarse y adelantarse a los acontecimientos, a veces con beneficios económicos, como en el ejemplo que cuenta del batería Mel Lewis. De esta segunda opción hay cuantiosos ejemplos, con diversos grados de violencia verbal, exabruptos y acaloramientos. Y la tercera, es el método de Hank Jones, tan efectivo como el anterior, pero sin acaloramientos, ni malos gestos... sin ni siquiera articular palabra. En palabras del propio Schoenberg:
"El método de Hank Jones requería el uso de un sombrero. En cuanto Benny ponía alguna cara rara o empezaba a hacer de las suyas, Hank alargaba el brazo para coger un sombrero que solía dejar sobre el piano. Benny notaba el gesto y se calmaba".
Puro Hank Jones... de quien hay que añadir que durante años fue el pianista preferido de Goodman.
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