(Comedian Chevy Chase and pianist Bill Evans knew each other. Chase actually plays piano and is a jazz fan.)
CHEVY CHASE: God, I'd give anything to play the piano like you.
BILL EVANS: It's easy, Chev.
CHEVY CHASE: Really?
BILL EVANS: Yeah, eight hours a day.
(Source: Jazz Times)
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(El cómico Chevy Chase y el pianista Bill Evans se conocían. De hecho, Chase toca el piano y es un aficionado al jazz.)
CHEVY CHASE: Macho, daría lo que fuera por tocar el piano como tú.
BILL EVANS: Es fácil, Chev.
CHEVY CHASE: ¿De verdad?
BILL EVANS: Sí... Ocho horas al día.
(Fuente: Jazz Times)
3 comments:
Grande Evans! La constancia en el estudio y la practica diaria es algo que se está perdiendo y queda totalmente reflejado en la música que se hace...
Es cierto que para ser un buen músico de jazz se requiere tener una formación musical seria, especialmente en el jazz actual. Pero no siempre ha sido así, en los inicios del jazz hubo muchos músicos autodidactas y que hacían muy buen jazz y otros extraordinarios, como Erroll Garner, Django Reinhardt, que tampoco sabían música y debían rrecurrir a otras persona para que les escribieran las partituras. Django incluso era analfabeto.
Cierto, Héctor. De todas formas, yo veo dos cuestiones importantes: una, la percepción que se ha vendido de enfrentar la vertiente mecánica y la intelectual de la música, con la del sentimiento, como si se pudiera tocar jazz de cualquier época sólo a base de sentimiento (los músicos que funcionan tenían todos una técnica interpretativa apabullante, fuera propia o aprendida de otros). Creo que todo esto procede de las discusiones sobre la autenticidad y la negritud del jazz de finales de los 30 en adelante.
La otra, en cuanto a lo de leer partituras, cierto, los que mencionas no sabían leer (incluye en tu lista a Wes Montgomery, ejemplo extremo de no leer partituras y técnica y feeling extraordinarios), pero a mí sobre ese tema siempre me ha maravillado que se habla de leer o no leer partituras, cuando en realidad hay un montón de grados de aptitud entre no leer absolutamente nada y tocar cualquier cosa en la primera lectura.
En todo caso, el tema del estudio (que toca Naiel en su comentario) y la enseñanza académica del jazz tiene más vueltas de lo que parece.
Gracias a ambos.
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