Hasta siempre, Johnny Winter

Johnny Winter

"Sólo espero que se me recuerde como un buen músico de blues."

—Johnny Winter, hace un mes, aquí.

Con su melena blanca y su delgadez de junco, Johnny Winter era un músico muy reconocible. También era uno de los grandes héroes de la guitarra eléctrica. Ha fallecido durante su gira europea, el 16 de julio en Zurich (Suiza), según su representante. Tenia 70 años.

Dada su longevidad y visibilidad como guitarrista, habrá necrológicas de sobra en las que se detallarán su vida, sus altibajos, y su música. Para muchos, especialmente los seguidores de músicas poco amplificadas, Winter podía ser demasiado estridente. Sus discos de mediados de los ochenta, afectados por las prácticas de masterización del momento, son un buen ejemplo de ese sonido punzante y quebradizo. Aun así, son buenas muestras de blues eléctrico y rock'n'roll, creo yo. Como ésta.

Winter cantaba con voz ronca y con la guitarra era un solista abrumador, gracias a su técnica con púa de pulgar, en la longeva tradición de los bluesmen acústicos de los años veinte, que le permitía tocar como una auténtica bestia. No obstante, a mí lo que verdaderamente me impresiona es la labor de acompañante que hizo con Muddy Waters en el último tramo de la carrera del viejo músico de Mississippi.

Waters fue fiel al sello Chess hasta que desapareció a efectos prácticos. Fue entonces, cuando el joven guitarrista eléctrico de blues-rock Johnny Winter convenció a su propio sello, Blue Sky, que fichase a Muddy Waters, le cedió todo el protagonismo pasando a ser productor y acompañante, y construyó el entorno musical ideal para sacar lo mejor de Muddy Waters, fuera con su banda del momento, o con viejos colegas como los armonicistas James Cotton y Big Walter Horton.

En Spotify pueden escucharse completos los cuatro discos que hicieron juntos.

El consenso de la crítica, además de las historias que cuentan los músicos implicados, han relegado al último disco de Muddy Waters, King Bee, el único de la serie que no se llevó un Grammy, al último lugar de esa colección. Las sesiones no fueron felices, y el álbum tuvo que completarse con tomas desechadas de sesiones anteriores. Aun así, creo que lo que hace Winter en "Mean old Frisco" y "Forever Lonely" es una lección completa de cómo tocar la guitarra de blues, (limpia y sin distorsión, aviso para oídos sensibles).

Descanse en paz.

"Mean Old Frisco"

"Forever Lonely"