Cuadernos y yo
Mi primer contacto con Cuadernos de Jazz debió de ocurrir hacia 1993. Yo andaba muy metido en el blues (era suscriptor de Solo Blues) y conocía alguna cosilla de jazz, pero muy poco. Un día descubrí la revista en la biblioteca municipal de mi pueblo. La ojeé y me pareció abrumadora, porque apenas conocía ninguno de los nombres que en ella se mencionaban. A pesar de esa primera impresión, terminé por convertirme en lector asiduo.