En 1962, en plena guerra fría, con Kennedy en Washington y Jrushchov en Moscú, y a escasas semanas de la crisis de los misiles en Cuba, Benny Goodman se embarcó en una gira por la Unión Soviética con una banda de primera: Joe Newman y Jimmy Maxwell estaban en la sección de trompetas, Willie Dennis entre los trombones, Phil Woods, Jerry Dodgion y Zoot Sims en las cañas, y una sección rítmica que incluía a John Bunch, Teddy Wilson, Victor Feldman, Bill Crow y Mel Lewis (estos dos, el corazón de la Concert Jazz Band de Gerry Mulligan). En principio la orquesta iba a presentar un repertorio compuesto de nuevos arreglos encargados a gente como Tadd Dameron, así como el repertorio clásico por el que el "Rey del Swing" hizo historia.
Lamentablemente, esta gira ha pasado a la historia como el perfecto ejemplo de las excentricidades, por no ponernos faltones, de Goodman. Poco a poco fue dejando a un lado la parte más moderna del repertorio, fue quitando solos a quienes recibían la aclamación del público. Incluso el álbum que publicó RCA no hace justicia, según dicen, a la música que pudo escuchar el público soviético.
El productor Jack Lewis había trabajado para RCA —¿casualidad?—, pero al regreso de la banda de Goodman estaba al mando de las producciones de jazz en Colpix, un sello nuevo puesto en marcha por Columbia Pictures. Como relata el bajista Bill Crow en su propio website:
Lamentablemente, esta gira ha pasado a la historia como el perfecto ejemplo de las excentricidades, por no ponernos faltones, de Goodman. Poco a poco fue dejando a un lado la parte más moderna del repertorio, fue quitando solos a quienes recibían la aclamación del público. Incluso el álbum que publicó RCA no hace justicia, según dicen, a la música que pudo escuchar el público soviético.
El productor Jack Lewis había trabajado para RCA —¿casualidad?—, pero al regreso de la banda de Goodman estaba al mando de las producciones de jazz en Colpix, un sello nuevo puesto en marcha por Columbia Pictures. Como relata el bajista Bill Crow en su propio website:
El día que llegamos de Rusia, Jack Lewis agarró a la mayoría de la banda para hacer una rápida sesión de grabación con el sello Colpix, un disco titulado Jazz Mission to Moscow. Victor Feldman había regresado a su casa, en California, y Teddy Wilson y John Bunch se habían quedado en París, por lo que Jack llamó a Eddie Costa para que tocase el piano en la grabación.
La idea de Lewis era apoyarse en la enorme publicidad que había recibido la gira de Goodman. Según la revista Billboard, la sesión de grabación (12 de julio de 1962) se hizo a toda prisa, al igual que la fabricación de los vinilos y las carpetas, de forma que se preveía que el disco estuviera disponible en la primera semana de agosto.
Las anotaciones del elepé describen a un grupo de jóvenes bastante hartos y con ganas de vengarse de Goodman. Lo que hizo Lewis fue brindarles la oportunidad perfecta. Este es el tipo de "swing moderno" que no encaja en la historia oficial del jazz, una música interpretada por instrumentistas para quienes, al fin y al cabo, el swing fue la banda sonora de su infancia, mientras que el be-bop les llegó en su adolescencia. Los arreglos de Al Cohn son un pequeño milagro: para empezar, hace que este "dec-teto" suene como una verdadera big band, y consigue sacar algo interesante y sorprendente de un estandarte tan ajado como el "Let's Dance". Su trabajo aquí es, sencillamente, soberbio, típico de esos años (compárese, por ejemplo, con sus aportaciones al disco Gloomy Sunday de Bob Brookmeyer, por ejemplo).
Esta es una sesión que linda la perfección. Lo que llama la atención es que quien se lleva el gato al agua no había ido de gira con Goodman. Esto es "Mission to Moscow", el tema que abre el disco:
Jazz Mission to Moscow |
Esta es una sesión que linda la perfección. Lo que llama la atención es que quien se lleva el gato al agua no había ido de gira con Goodman. Esto es "Mission to Moscow", el tema que abre el disco:
Eddie Costa era relativamente conocido por este tipo de piano, por sus exploraciones en la parte más baja de la escala. Aquí, como en otras grabaciones de esta parte de su carrera, como su propio House of Blue Lights (Dot, 1959) y el 2, 3, 4 (Impulse, 1962) de Shelly Manne, despliega un enfoque compositivo en sus solos, con recursos como las llamadas y respuestas (en el "Let's Dance" de este disco) y un uso muy premeditado de la dinámica a lo largo de varias vueltas. Para los fans de Costa, esta grabación resulta aún más interesante por el sustancial solo que le saca a "The Sochi Boatman", un lamento a medio tempo, el tipo de material que no era su fuerte.
En esta época Costa, muy activo como músico de sesión, parecía estar expandiendo su pianismo, lo que hace aún más triste la ocasión. Como explica Crow, esta fue la última grabación de jazz de Eddie Costa. Falleció en un accidente de tráfico dos semanas después, en la madrugada del 28 de julio de 1962.
EMI-Japan acaba de publicar este disco en cedé como Zoot Sims & Phil Woods: Jazz Mission to Moscow (TOCJ-50064, copia literal del elepé original, 30 minutos sin añadidos). También se puede escuchar en Spotify y (salvo un tema) YouTube.
En esta época Costa, muy activo como músico de sesión, parecía estar expandiendo su pianismo, lo que hace aún más triste la ocasión. Como explica Crow, esta fue la última grabación de jazz de Eddie Costa. Falleció en un accidente de tráfico dos semanas después, en la madrugada del 28 de julio de 1962.
EMI-Japan acaba de publicar este disco en cedé como Zoot Sims & Phil Woods: Jazz Mission to Moscow (TOCJ-50064, copia literal del elepé original, 30 minutos sin añadidos). También se puede escuchar en Spotify y (salvo un tema) YouTube.
Bill Crow y Eddie Costa, en la grabación de Jazz Mission to Moscow |