Glamann fue un talento precoz. A los 13 años ya estaba tocando dos veces por semana con una orquesta sinfónica en la radio (NBC). De ahí pasó a la sinfónica de Baltimore, una temporada con el excéntrico pero exigente Spike Jones, y apareció en programas de televisión con solera, como los de Garry Moore y Steve Allen. En el mundo del jazz tuvo su prestigio: su arpa se puede escuchar en A Drum Is a Woman de Duke Ellington, Jazz Contrasts de Kenny Dorham, Legrand Jazz de Michel Legrand y en el Vol. 2 de la orquesta de Oscar Pettiford (reeditado como Deep Passion).
A mitad de década grabó un par de discos de jazz, digamos que de cámara, Poinciana para Bethlehem, Swinging on a Harp con Mercury, como colíder de un combo con el bajista Rufus Smith, por el que pasaron gente de la talla de Barry Galbraith, Osie Johnson o Eddie Costa. Y años después, hacia 1967, grabó un disco navideño para la oscura Vicson Music Company.