31/07/2009

The Cooperative Principle / El principio de cooperación

Some time ago, the tenor saxophonist Frank Foster was playing a street concert from the Jazzmobile in Harlem. He called for a blues in B-flat. A young tenor player began to play "out" from the first chorus, playing sounds that had no relationship to the harmonic progression or rhythmic setting. Foster stopped him. "What are you doing?" "Just playing what I feel." "Well, feel something in B-flat, motherfucker."
(As told by Wynton Marsalis to The Guardian)

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Hace algún tiempo, el saxo tenor Frank Foster estaba dando un concierto desde el Jazzmobile, en la calle, en Harlem. Pidió un blues en si bemol. Un joven tenor empezó a tocar "out" desde el primer chorus, sonidos que no tenían relación alguna con la progresión armónica o el ritmo. Foster le detuvo. "¿Qué haces?" "Estoy tocando lo que siento". "Pues siente algo en si bemol, cabrón".
(Relatado por Wynton Marsalis a The Guardian)

28/07/2009

George Russell (1923-2009)

George Russell (1923-2009)

George Russell passed away last night. You can read about his life here.

If you can use Spotify, I've put together a playlist with his recordings and arrangements for others.

ADDENDUM: Doug Ramsey is one of the masters. Don't miss his post on Russell, here.

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Ayer noche falleció George Russell, uno de los grandes pensadores de la historia del jazz. Nacido en 1923, pertenece a una generación de músicos estadounidenses cuya adolescencia coincidió con la era dorada del Swing y las big bands, y su entrada en la edad adulta con la Segunda Guerra Mundial.

A pesar de encargos esporádicos para diversas orquestas (Benny Carter, Dizzy, Buddy de Franco, Artie Shaw, Claude Thornhill, Charlie Ventura...), lo cierto es que Russell apenas trabajó como músico hasta la primera mitad de los cincuenta.

Como tantos colegas de su época, la pasión de Russell por la música estaba por encima de recompensas inmediatas. A la vez que trabajaba en diversos empleos de subsistencia (tras el mostrador de una cantina, como dependiente en Macy's...), Russell pergeñó su "Concepto Lidio Cromático de Organización Tonal", la primera teoría musical que ha dado el jazz, que publicó en 1953.

(Breve inciso: de eso hace ahora 56 años. Lo señalo para quienes aún aplican el mito del buen salvaje al jazz, que los hay, y son incapaces de aceptar que el jazz no es sólo visceralidad e inspiración de las musas, con el puntito racista que esa idea conlleva. Como les podrá confirmar cualquier músico, el jazz, o al menos su corpus principal, es una música que requiere bastante seso.)

El punto de inflexión de la carrera de Russell se produjo tras un encuentro fortuito con el saxofonista Hal McKusick. En breve, McKusick se topó con Russell tras el mostrador de una tienda de Greenwich Village. Sorprendido de encontrarse allí al autor de "Cubana Be/Cubana Bop", se pusieron a hablar, Russell mencionó el Concepto, McKusick se interesó y en 1955 formó un taller con Art Farmer, Bill Evans, Barry Galbraith, Osie Johnson y Milt Hinton, en cuyo sótano (en St. Albans, Queens) ensayaban. Tras mucho trabajo (McKusick y Galbraith recibieron lecciones particulares de Russell) el saxofonista le mostró los resultados a Jack Lewis, el gran olvidado de los productores de jazz de la época, y éste fichó a Russell para la RCA, a la sazón la casa de discos más importante del momento (efectivamente, eran otros tiempos).

A partir de entonces Russell pudo dedicarse a la música, sin comprometer nunca sus principios. Después de su disco en RCA grabó varios en Decca y Riverside, dio el salto a Europa dejando una profunda huella en Noruega (a ver si alguien les pregunta a Jan Garbarek o Terje Rypdal).

En los últimos tiempos había lanzado una nueva edición del Concepto. Desde hacía unos pocos años padecía Alzheimer.

He estado rebuscando en Spotify, y aunque no he encontrado demasiado, he elaborado esta lista de grabaciones propias y arreglos de Russell para otros músicos.

Y el vídeo que viene a continuación, de 1958, es del programa The Subject is Jazz, del episodio dedicado al "futuro del jazz". Los músicos son, de izquierda a derecha, Eddie Safransky (bajo), Barry Galbraith (guitarra), Bill Evans (piano), Ed Thigpen (batería), Art Farmer (trumpet), Gene Quill (saxo alto) y Jimmy Cleveland (trombón). El tema es "Stratusphunk", un blues pasado por el tamiz conceptual de Russell.

El programa completo se puede ver aquí, e incluye, de Russell, "Concerto for Billy the Kid" (a partir de 6:11), una entrevista con Russell (a partir de 10:40) en la que habla del Concepto y la diferencia entre los enfoques vertical y horizontal de la improvisación (contraponiendo a Coleman Hawkins y Lester Young como ejemplos), así como este "Stratusphunk".

Descanse en paz.


27/07/2009

What's in a bass? / ¿Qué pasa en un bajo?

No effects. Just a high shutter speed camera. No slow motion. Actual sound.

So... that's how the strings of a bass work. Wave mechanics, anyone?

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Sin efectos especiales. Simplemente una cámara de alta velocidad. Nada de cámara lenta. Sonido real.

Así es cómo funcionan las cuerdas de un contrabajo. ¿Alguien sabe de mecánica de ondas?


21/07/2009

Tune in the toilet! / ¡Afine ese inodoro!

I play an E flat alto saxophone and my autobiography is entitled Life in E Flat. So imagine my surprise and delight to learn from The History Channel that most toilets flush in the key of E flat. Small world!
Phil Woods, in his "Phil In The Gap" column,
The Note (the Al Cohn Memorial Jazz Collection newsletter),
Summer 2009 issue, p. 3

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Yo toco un saxo alto en mi bemol y mi autobiografía se titula Una vida en mi bemol. Se imaginarán mi sorpresa cuando me enteré, gracias a The History Channel, que la mayoría de los inodoros desaguan en mi bemol. ¡Qué pequeño es el mundo!
Phil Woods, en su columna "Phil In The Gap",
The Note (revista de la Al Cohn Memorial Jazz Collection),
Verano de 2009, p. 3

12/07/2009

On talent and personal merit / Sobre el talento y el mérito personal

First of all, apologies for the unannounced raincheck, although you should be all enjoying the great outdoors and the jazz festivals anyway.

Jazz, and music in general, can elicit such powerful responses from anyone, regardless of their music education, that it's not unusual to have a, let's say, esoteric view of the people who play it, because of their ability to play an instrument or create something spontaneously out of nothing.

However, the more one knows about musicians, either through meeting them personally or reading about them, the stronger is the feeling that natural talent doesn't really exist, and it all comes down to the ability of recognising oneself's potential, and then work, work and work to realise it. This may sound prosaic, given the beauty and other deep feelings music can provoke at its best, but it has the ring of truth.

Not my idea, really. Jacques Brel says it here (in French with English subtitles, 0:54-1:30), while he destroys the impression I had of him being an artist. If he says so...
Talent doesn't exist. Talent is to have the urge to do something... And I believe that having the urge to realize a dream, that's talent. All the rest is sweat, perspiration, discipline, I'm sure about that. Art, I don't know what it is. Artists, I don't know any. I believe there are people who work on something and who put a lot of energy in their work.
If I'm not mistaken, Brel came from a Flemish family and a catholic background, but his point of view and the importance he gives to work and personal effort sounds more protestant than catholic to me, and it immediately brings to mind the importance of individual practice, "woodshedding", in jazz.

I think it's been Wynton Marsalis who has made a point of presenting jazz as a democratic music, in an effort, I guess, to prove its American essence, something completely unnecessary for this non-American observer. I would argue that rather than a democracy, jazz is a meritocracy, where, in general, you're as good as your musical and professional merits (at least in principle, although something should be said about race and especially gender). I understand it may be difficult to separate democracy from meritocracy for an American, but there can be democracy with very little meritocracy.

If you want proof, ask any Spanish musicians trying the American adventure about the differences between Spain and the US. You'll probably be surprised.

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En primer lugar, disculpas por el bajo ritmo de publicación, aunque quien lea estas líneas debería estar disfrutando la intemperie y la temporada de festivales.

El jazz y la música en general pueden causar reacciones tan profundas de cualquier oyente, independientemente de su educación musical, que no es infrecuente que se tenga una visión un poco esotérica o mística de los músicos, por su habilidad tocando un instrumento o, en el caso del jazz, por su capacidad de crear algo espontáneamente de la nada (en apariencia).

No obstante, cuanto más conoce uno a los músicos, bien por el contacto personal, bien leyendo sobre ellos, no resulta descabellada la idea de que el talento natural en realidad no existe, y que en realidad se trata de la capacidad de reconocer el propio potencial y dedicarse a trabajar, trabajar y trabajar para convertirlo en realidad. Dada la belleza y otros sentimientos realmente profundos que puede provocar la música en el mejor de los casos, esto puede sonar prosaico, pero no imposible.

En realidad no es idea mía. Jacques Brel lo dice aquí (en francés con subtítulos en inglés, 0:54-1:30), a la vez que se carga la impresión que yo tenía de él como artista. Pero si él dice que los artistas no existen...
El talento, eso no existe. El talento es tener la necesidad de hacer algo... Y creo que tener la necesidad de llevar a cabo un sueño es el talento. Todo lo demás es sudor, transpiración, disciplina... estoy convencido de ello. El arte, yo no sé lo que es. Los artistas, no conozco a ninguno. Creo que hay gente que trabaja en algo y que desarrolla su labor con gran energía.
Si no me equivoco, Brel procedía de una familia católica de Flandes, pero esta reflexión y lo que conlleva de la importancia del trabajo y del esfuerzo personal tiene un aire más bien protestante, y tiene mucho que ver con el jazz, por aquello del "woodshedding" (o práctica y estudio individual), y sobre todo por la relación más o menos directa que establece entre el mérito personal y los logros que uno obtenga.

Aunque hay quien se ha empeñado en decir que el jazz es una democracia, personalmente creo que es más una meritocracia, un sistema en el que quien vale llega lejos, y quien no, no (la idea del cuttin' contest, aunque no hay que desestimar las cuestiones de raza y, sobre todo, género). Si no recuerdo mal, Wynton Marsalis es uno de los que presenta el jazz como una música democrática, en su afán, por lo demás superfluo, de vincular el jazz con su país de origen. Quizás sea esta una de esas cuestiones en las que vale más el punto de vista de un observador externo.

Los españoles que hayan vivido en países de tradición protestante o anglosajona, sabrán hasta qué punto el éxito profesional en cualquier ámbito depende más de la valía de uno que de otras consideraciones menos relevantes y más propias de nuestro país como a quién conozca uno o las zancadillas que a uno le hagan.

Volviendo al jazz y la aportación del observador externo, en cuanto uno conoce un poco la historia de Estados Unidos y la cultura anglosajona y la tradición protestante, ideas como el fair play, la capacidad de reconocer que otro vale más que uno, la importancia soberana del esfuerzo personal como principal medio para lograr unos objetivos, es evidente que el jazz es una música estadounidense. En cuanto al dilema democracia versus meritocracia, quizás la cuestión sea que no son términos mutuamente excluyentes, y que por su procedencia Marsalis no concibe la democracia no meritocrática.

Más fácil aun: pregunte a cualquier músico español de jazz que haya probado la aventura americana.

La cuestión de si el jazz puede florecer sin meritocracia la dejamos para otro día.