30/05/2011

¡Transcribid, malditos!

Primera parte

Ted Brown (n. 1927) es, definido rápido y mal, un saxo tenor tristaniano de segunda fila. O sea, no es Warne Marsh, con el que grabó el disco Jazz of Two Cities (temas 1-12 en Spotify, 1-11 en MySpace). Menos "aventurero" que Marsh y con una fuerte querencia por Lester Young, es uno de esos músicos que suelen merecer más atención de la que suelen recibir. Sus dos discos para Criss Cross, Good Company, con Jimmy Raney, y Free Spirit se pueden oír en Spotify (Good Company) o MySpace (Free Spirit; Good Company).

Como alumno de Tristano, Brown estuvo sujeto a una estricta disciplina de estudio de grandes solos de jazz. Sin embargo, como explica en el vídeo a continuación, su curiosidad por la mecánica del solo de jazz venía de muy atrás. En el vídeo explica, además, por qué es importante dedicar tiempo a la transcripción de solos, a llevar a cabo el ejercicio de escucha intensa, sacarlos de oído, y pasarlos a papel.


En términos generales, una de las diferencias entre los músicos de jazz actual y los de generaciones anteriores es que éstos llegaban a desarrollar un estilo personal de una forma más intuitiva que los actuales. Podría decirse que, con unos fundamentos técnicos suficientes, el camino hacia la excelencia jazzística dependia más de uno mismo, de la investigación personal. Por así decirlo, antes se trataba más de un "yo me lo guiso yo me lo como", mientras que hoy en día hay mucha más variedad de "platos precocinados".

En todo caso, lo que sigue es el resumen en español de lo que dice Brown:

"Tickle Toe" (Spotify, YouTube, MySpace) [de Lester Young con Basie] era mi tema favorito, gasté el disco, quería ver qué aspecto tenía sobre el papel.

Primero quería ponerlo en papel, y luego lo leía escuchando el disco. A continuación sacaba las posiciones de los dedos. Luego volvía a escuchar el disco y añadía las marcas del fraseo, acentos, la respiración, la dinámica... Lo que buscaba en el fondo era meterme en la esencia del solo, llegar a conocer los sentimientos que habían provocado ese solo en particular.

Creo que los jóvenes músicos de hoy en día están perdiéndose algo cuando cogen estos libros, con solos de Charlie Parker –de Lester Young no hay tantos– que además están llenos de errores. Al no pasar por el proceso de sacar la música de los discos nunca llegan al fondo del solo, de su significado, y no llegan a apreciar la profundidad del sentimiento que hay detrás de ese solo. Puede que sepan tocar las notas, pero para ellos no significan nada.

Creo, de verdad, que uno tiene que meterse de ello y sacar el solo nota a nota, y dejar que tu cerebro se empape del solo.

Cuando estuve en el ejército, casi todo mi tiempo libre lo dedicaba a sacar solos. Tenía un giradiscos con todas las velocidades posibles de 0 a 100, cosas del ejército... llegué a sacar todo el solo de Bird en "Koko", el solo entero, y en los barracones todo el mundo se volvió loco; tenía que hacerlo cuando no había nadie, porque se hace pesado escuchar a Bird a la mitad de velocidad. También saqué un montón de solos de Lester Young.

Cuando estudíe con Lennie [Tristano] nunca me dijo que transcribiera, pero yo seguí haciéndolo. Pasé mucho tiempo con "12th Street Rag" (Spotify, MySpace), sacando todos los detalles de la articulación, etc.

***

Segunda parte

Para quienes estén interesados en transcribir, o simplemente en conocer más a fondo solos que normalmente se escapan al oído por su velocidad, Jacob Zimmerman, un joven saxofonista de 25 años, ha lanzado un blog dedicado, precisamente, a ralentizar solos para su estudio.

De momento las selecciones son impecables, y acepta sugerencias.

23/05/2011

Música en el aire

Una de las características del jazz, sobre todo en los primeros dos tercios del siglo pasado, es su aspecto de tradición oral/mecánica, por así decirlo. Oral, porque los músicos aprendían el oficio de oído, y mecánica, porque el aprendizaje de oído se hacía, principalmente, reproduciendo los discos una y otra vez hasta gastarlos. En el caso de frases cortas, como la de "Rhythm-A-Ning", ni siquiera hacían falta los discos para que viajaran a través de los años y quedaran incrustadas para siempre en el acervo colectivo. Ya he hablado alguna vez de la descomunal influencia de Lester Young sobre las generaciones que le siguieron. Hace unos meses Doug Ramsey llamaba la atención sobre un fragmento (3 segundos) del solo del tenor al final de su "Sometimes I'm Happy":



y a mí me recordó inmediatamente al "Jeru" de Gerry Mulligan, estrenado pocos años después por el famoso "noneto" de Miles Davis


Mulligan era uno de esos jóvenes seguidores acérrimos de Lester Young, y no es para nada descabellado que su inspiración en este tema fuera el solo del "Presidente". Lo que resulta más curioso es dónde vuelve a surgir este tema, prácticamente idéntico


Digo prácticamente idéntico porque ambos (los tres, en realidad) están en la misma tonalidad, y el contorno de las melodías de "Jeru" y "So Sorry, Please" es casi el mismo. La conexión entre Lester Young y Gerry Mulligan es evidente, por la admiración que profesaba el segundo por el primero, pero el vínculo entre Mulligan y Powell es algo más inesperado y concreto: la respuesta, en la sensacional biografía del pianista escrita por Peter Pullman.

En su exhaustiva investigación que llevó a cabo, Pullman descubrió que Powell había sido el pianista en un bolo del noneto de Miles Davis. Dado lo limitado de su repertorio, es casi seguro que tocasen "Jeru". Pues bien, en su siguiente sesión de grabación, días después de ese bolo, Powell sólo grabó versiones y un solo original, "So Sorry, Please". ¿Un residuo del bolo con el noneto en su memoria? Puede ser.

19/05/2011

Jimmy Giuffre Trio en Italia, 1959

La capacidad de internet de sorprender no tiene límites. En esta ocasión se trata de un concierto completo de la gira europea del trío de Jimmy Giuffre con Jim Hall y Buddy Clark en 1959, en Italia en este caso.

16/05/2011

El finde de Charlie: del club a la trinchera

© Jimmy Katz
Charlie Haden (n. 1937) es un músico excepcional en el sentido estricto: es una verdadera excepción, uno de esos personajes que hay que celebrar aunque sólo sea por lo mal que se ajustan al estereotipo del músico de jazz. La trayectoria desde aquel niño cantante, blanco y rural, de Shenandoah, Iowa, al cimiento del primer y novedoso cuarteto de Ornette Coleman, al co-director de orquesta políticamente explícito, al líder del sofisticado Quartet West, podría dar para varias carreras musicales.

Tratándose de un solo hombre, la única forma de tocar tantos palos sin que se rompa ninguno es a base de coherencia y honestidad artísticas inquebrantables. En el caso de Haden, parece que todo se reduce a una musicalidad prácticamente amamantada, un lirismo nada empalagoso y un amor incondicional por su instrumento. Al contrario que otros contrabajistas de primera línea, Haden nunca ha cedido ante la tentación de hacer sonar al contrabajo como un instrumento de tesitura más leve, sino que disfruta de la pesada gravedad del armario con cuerdas. Esto se aprecia especialmente bien en sus grabaciones a dúo, de las que la más reciente, su segundo volumen con el gran Hank Jones, debería salir el próximo otoño.

En lo inmediato, los próximos sábado y domingo, serán el finde de Charlie en el Barbican. Como su propia carrera, estas serán dos noches de contrastes. En la primera, el Quartet West (con Ernie Watts, Alan Broadbent y Rodney Green), uno de los combos de jazz más elegantes de los últimos veinte años, presentará su último disco, Sophisticated Ladies (Emarcy), dedicado a la gran tradición de las cantantes estadounidenses (con Liane Carroll, Melody Gardot y Ruth Cameron en el escenario). Para muchos esta puede ser una premisa aburrida y poco prometedora, pero el QW es uno de los pocos grupos que puede obrar el milagro y hacerla interesante.

La noche del domingo estará dedicada prácticamente al extremo opuesto de los sonidos urbanitas del sábado. La Liberation Music Orchestra se montó como vehículo de protesta y reivindicación política. Su debut, en 1969 para Impulse!, era un canto al bando perdedor de la guerra civil española, un evento acaecido 30 años atrás en un país extranjero. Será interesante ver, aún con Carla Bley coliderando una versión anglo-yanqui de la orquesta, qué dicen estos dos hijos de los años sesenta de la situación actual en el mundo y en su propio país.

Mucho se ha escrito sobre la capacidad de la música de evocar y provocar. La prueba, este fin de semana.

PD: Gretchen Parlato fue una de las sensaciones del pasado Festival de Jazz de Londres. El sábado 21 actuará gratis en el FreeStage del Barbican, a las 6.


Charlie Haden toca en el Barbican el 21 y 22 de mayo. Para más información, véase el Barbican, y la página de Serious.

Sobre Haden, recomiendo este perfil de Francis Davis (en inglés). El website de Haden está aquí.

Música en internet: MySpace, Spotify