11/07/2013

¡Fiesta en casa de los Barnes! (1ª parte)

Esto puede sonar exagerado, pero creo que no tendremos una idea exacta de la medida en que la música popular de EE UU de cierta época está empapada de jazz hasta que no se haga una buena discografía (con los nombres de todos los músicos implicados) de Columbia y RCA, y sus subsidiarias. Al ser los dos sellos más importantes de los años cincuenta, a algunos se nos hace la boca agua sólo de pensarlo. Hay gente para todo.

Evidentemente, la música es música, y debería bastar con poder escucharla para preciar todos sus sabores. Aun así, las impresiones se ven afectadas al saber quién toca exactamente en un disco, y parece que los músicos de jazz, o al menos músicos con fuertes inclinaciones jazzísticas, o veteranos de las big bands cuyos primeros pasos profesionales consistieron en tocar música con un alto octanaje de jazz, abundan en la música popular de EE UU de los años cincuenta y sesenta. Y no sólo por los músicos de Stan Kenton o Count Basie presentes en los discos de Sinatra. Hay mucho más.

Barry Galbraith
(©Burt Goldblatt)
Tomemos como ejemplo tres elepés poco conocidos de 1958: Harry Belafonte presents the Millard Thomas Group para RCA, un disco de calipso del guitarrista de Harry Belafonte. En la carpeta no lo mencionan, pero la banda incluye a Urbie Green al trombón, Joe Wilder a la trompeta y los arreglos de Johnny Carisi, quien reaparece en esa función en otro disco de calipso, Larry Kert Sings (Epic), del actor y cantante que interpretó originalmente el papel de Tony en West Side Story. Un ensayo de fusión de flamenco y jazz como el  From St. Louis to Seville de Carlos Montoya para RCA, presenta a Montoya poniendo el flamenco, mientras que el jazz corre a cargo de una sección rítmica de guitarra, bajo y batería que no pierde su anonimato en las anotaciones de la carpeta. Por suerte, gracias a una entrevista del propio Montoya, sabemos que son, respectivamente, Barry Galbraith, Milt Hinton y Osie Johnson.

Aunque los historiadores se queden a dos velas por el anonimato de este tipo de trabajo, es ese rasgo precisamente el que permitió la entrada de músicos afroamericanos en este mercado. Joe Wilder, Clark Terry, Ernie Royal, Milt Hinton... son algunos de los pioneros en este oficio, lo que les permitió vivir vidas relativamente cómodas, que en algún caso se veían complementadas con trabajos de jazz muy serios. Este tipo de músicos suelen caer en el olvido, a pesar de que se encuentran entre los mejores instrumentistas de su tiempo en cualquier estilo. Por ese motivo traté hace algún tiempo de identificar a toda la orquesta que acompaña a Leonard Bernstein en el programa que dedicó al jazz en 1955.

A finales de los cincuenta, entre el bullicio de Manhattan, existió un considerable grupo de músicos que apenas daba abasto grabando todo tipo de música. Su rutina diaria incluía comprobar los recados que les hubieran dejado en el Radio Registry, un servicio de mensajes, anotar las fechas y horas de las sesiones, el nombre de quien les contrataba y el estudio, para estar allí a la hora indicada, con el equipo necesario, listos para leer a la primera lo que les pusieran delante y tocarlo en el estilo requerido y, a ser posible, sonreír y ser simpáticos.

George Barnes
(del website de The George Barnes Legacy)
Uno de estos músicos de sesión era George Barnes, un buen ejemplo de cómo la percepción se afectada por la visibilidad. Este guitarrista "invisible", nacido en 1921, ya era miembro del sindicato de músicos a los 12 años, y a los 16 debutó con la guitarra eléctrica como solista de Big Bill Broonzy. Desde entonces intervino en incontables grabaciones de todo tipo y en cualquier estilo, desde cuñas radiofónicas hasta discos enteros, de country, rock'n'roll o lo que hiciera falta. Y aun así, se le recuerda como guitarrista de jazz por los discos que hizo a su nombre.

Entre los primeros elepés a su nombre, grabados en plena locura del estéreo y la alta fidelidad hacia 1960, se encuentran, Guitars Galore y Guitar Galaxies, en los que se apoya en un "coro de guitarras", una especie de sección orquestal compuesta exclusivamente de guitarras. Este tipo de formación tuvo su momento años después de que Les Paul triunfase con sus discos de guitarras dobladas. No obstante, y a pesar de que ya existía la grabación multipista, parece que existía la firme voluntad, y los medios, para no doblar las guitarras, sino que las tocasen algunos de los intérpretes más solventes del momento, como Al Caiola, Don Arnone, Everett Barksdale, Art Ryerson, Bucky Pizzarelli, Billy Bauer, Barry Galbraith, Carl Kress... (se puede ver a estos tres últimos en el vídeo a continuación).


Además del común interés en la música, estos sesioneros estaban continuamente, e inesperadamente, encontrándose en los estudios de grabación. Tanto es así que los guitarristas, unos 40 según las memorias de Billy Bauer, decidieron un día hacer caja, comprar unos buenos amplificadores, y repartirlos por los estudios de la ciudad para no tener que cargar con ellos. Con tanto trabajo y un fuerte vínculo musical, no es raro que también hicieran vida social.

Una ocasión, entre muchas, cabe suponer, fue la fiesta que organizaron los Barnes en su ático de Manhattan en diciembre de 1961, con el motivo de la publicación de Guitars Galore. Por suerte para nosotros, Alexandra, la hija de Barnes ha desempolvado unas fotos y ha producido el vídeo que viene a continuación con un tema de ese disco (también es suyo el vídeo anterior). Entre los invitados, muchos acompañados por sus esposas, se incluyen a todos los implicados en el disco, desde los músicos, al hoy legendario ingeniero de sonido, el autor de las liner notes, el presidente de la marca de guitarras de Barnes, un amigo de su barman favorito para encargarse de las bebidas... Una especie de Mad Men de los estudios de grabación.

Espero que disfrute la música y las imágenes. Quizás reconozca a alguien. Más sobre la fiesta, las fotos y los allí presentes, mañana.

3 comments:

mario alberto said...

Merecido recuerdo para uno de mis guitarristas preferidos sobre todo en sus cuartetos con Bud Freeman.Cuando escuche este disco(Liza)crei que el tenor era el.Tuvo tambien su etapa en los 70 con Ruby Braff con muchas grabaciones.

bebopper said...

George Barnes dejó muchos ejemplos de su trabajo, solo hay que escuchar su sexteto en The Complete Keynote Collection o el gran número de discos que grabó con un gran trompetista un poco olvidado Ruby Braff.

racalmuto said...

Sus arreglos y composiciones para octeto son maravillosos también. Un saludo.